Ya fue mucho para nosotros no haber podido entrar a la Federación de Box, creíamos que sobraría espacio, fue un placer no poder entrar. Para el Alfonsinazo en Ferro tomamos otra previsiones, llegamos a las cinco de la tarde y esperamos. Fue brillante, increíble. Lo del cierre en el Obelisco indescriptible. Por la emoción, por ese hombre que hacía vibrar desde el escenario, lejos, se lo veía chiquito y enorme a la vez. Un liderazgo indiscutido, suficiente pra insuflar la ilusión en los corazones jóvenes.
Prometía y prometíamos 100 años de democracia y hoy nadie duda que estamos en ese camino. Ya ganamos 25 de esos años. Me viene a la memoria también la Plaza de Pascua. Cuando desconcentrabamos el domingo a la tarde, los mas grandotes encerrabamos dentro de un cordón humano a las chicas y los mas pibes. Eramos la Franja y llevabamos a todos a desconcentrar desde el Comité Capital, hasta allí cuidabamos a los nuestros. A tres o cuatro cuadras de la Plaza de Mayo me encaró un muchacho, justo a mi..."arreglo, el viejo hijo de puta arreglo"...me gritó.
Solté la mano de quien venía al lado mío y le cruce una piña. Fue derechito al piso y no hizo ni amago de intentar responder el golpe. Yo se que no estuve bien, pero "el viejo" se jugo el pellejo cuando fue a Campo de Mayo, enfrentó solito a un grupo de delincuentes con la cara pintada y armas colgadas de la espalda, respecto de los cuales no se había encontrado a nadie dispuesto a reprimirlos. ¿Arregló?. Y puede ser, hizo lo mejor que pudo, en ese entonces los gobiernos democráticos no duraban mas de tres años y medio, y la democracia se escurría entre los dedos, fue y la salvo, cumplió su promesa, ¿quien sabía si le iban a tirar ni bien aterrizara el helicóptero?. El tipo fue, y habiendo acordado o no, ratificó su liderazgo, por lo menos en lo que a mi respecta.
Fue un gran año el '83, el suscripto tenía solo 14, pero aún joven, fue invadido de una ilusión de país, de futuro, y la esperanza nacía del liderazgo y el carisma de Don Raúl. Es muy fuerte, muy importante para un joven tener un norte, una ilusión concreta, que pasados 25 años no he perdido, me fui haciendo hombre con la misma ilusión, de 100 años de democracia, de justicia social y de equidad. No quisiera extenderme mas y desearia que Don Raul pudiese leer estas lineas. Mi agradecimiento es el de toda una generación. Por las ilusiones, por los ideales, por los triunfos y por las derrotas también, por su indiscutida e indiscutible hombría de bien que sigue siendo ejemplo a seguir, por la militancia, por el compromiso, por la energía y el coraje, porque fuimos la vida y fuimos la paz, por todo gracias Don Raul.
Dr. Horacio Minotti
Agrupación Consenso Capital
UCR
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