Esta a punto de caramelo. Los radicales estamos muy cerca, si sabemos hacerlo, de reconstruír la mística perdida. No hay proyecto real sin mística. Que no se me entienda mal, no me atrasa el reloj ni quiero volver a los '80. Cada etapa es diferente, lo sé, pero con sus modalidades, todos los movimientos político-sociales exitosos tienen mística. El ser político es un mix geroglífico entre espiritualidad y racionalidad, y dependiendo del contexto histórico, prima una u otra variable, pero nunca faltan estos dos ingredientes en un proyecto exitoso.
Entiéndase bien no quiero que crean en mí, quiero que entiendan mis ideas y si coincidimos, las sigamos juntos, pero debemos creer en ellas con la fuerza necesaria para exhibir convicciones inquebrantables. Tiene que ver con lo que dijo Don Raúl, sigan ideas no a personas, pero, me atrevo a agregar, si hacen suyas esas ideas propaguénlas y sosténganlas con todo la fuerza de su espíritu. Eso es la mística.
La tuvimos en el '83 y no faltaban ideas. Si es cierto que estaba el hombre apropiado para impulsarlas, porque como hoy, entonces la sociedad necesitaba interlocutores creíbles y Don Raúl llegó a cubrir esa necesidad.
En estos días, podemos tenerlos o no. Algunos dirán que Julio Cobos puede ocupar ese lugar, otros rechazarán la idea. Tal vez sea, tal vez no, tal vez dependa de él. Pero de no ser así, estamos en condiciones de generar un grupo numeroso de interlocutores creíbles con menor volúmen político que pueden generar el mismo resultado.
Debemos tener tener los mejores proyectos, la mejor predisposición al trabajo, la mejor preparación intelectual, y los mas altos estándares éticos, para mejorar la oferta electoral a los ciudadanos frente a cualquier otra opción, pero debemos además generar la mística que cohesione las voluntades en pos del objetivo común.
Debemos tener tener los mejores proyectos, la mejor predisposición al trabajo, la mejor preparación intelectual, y los mas altos estándares éticos, para mejorar la oferta electoral a los ciudadanos frente a cualquier otra opción, pero debemos además generar la mística que cohesione las voluntades en pos del objetivo común.
Esta latente. El acto en el Luna Park lo dejo claro. No existe fuerza política que sume tantas voluntades y presencias sin contraprestación monetaria por estos tiempos. Los chicos de la Juventud no ofrecieron ni un vaso de agua, menos un choripán o un cartón de vino. Sólo teníamos como objetivo morirnos de calor y amontonarnos para homanajear, festejar, volver a vernos, flotó en el aire la mística.
Se viene percibiendo de antes. La gente escribe a estos mails, pide participar como nunca, y los que tratamos humildemente de manejar las ansiedades y la voluntad de unos cuantos, percibimos que la mística esta renaciendo y lo confirmamos en el Luna.
No existe proyecto de poder real, sin el fin sincero de usarse de la política para transformar y mejorar la realidad social, y no hay nada de esto sin la mística que nos robaron desde los '90 los mercaderes de la política. Vamos por ella, esta a la vuelta de la esquina.
No existe proyecto de poder real, sin el fin sincero de usarse de la política para transformar y mejorar la realidad social, y no hay nada de esto sin la mística que nos robaron desde los '90 los mercaderes de la política. Vamos por ella, esta a la vuelta de la esquina.
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